Zoom se ha convertido en una herramienta esencial para los centros universitarios de todo el país y en un gran motor para impulsar el aprendizaje remoto. Y por una buena razón: Zoom ofrece una interfaz sencilla e incluye una amplia gama de opciones para que el aprendizaje a distancia parezca menos remoto y más personal. A medida que los profesores han ido adquiriendo experiencia en el uso de Zoom para la docencia universitaria, ha crecido la lista de recomendaciones, consejos y trucos para que la experiencia de aprendizaje remoto resulte lo más atractiva posible. Aquí compartimos algunos de los consejos que servirán de inspiración para otros docentes.
Empiece poco a poco con el aprendizaje remoto con Zoom
André Foisy, presidente de la Association for the Assessment of Learning in Higher Education (Asociación para la evaluación del aprendizaje en la enseñanza superior) y director ejecutivo de Evaluación de Resultados Institucionales de Excelsior College (un centro educativo virtual), recomienda que los profesores empiecen poco a poco. Los alumnos entienden que los profesores están aprendiendo a usar una nueva tecnología y que no todos son expertos en Zoom, explica Foisy. «Aunque algunas funciones específicas de Zoom, como las salas para grupos pequeños y la anotación, pueden facilitar la docencia, estas funciones no son esenciales para impartir una clase virtual. La docencia en línea eficaz es un objetivo a largo plazo, y aprender a usar funciones más avanzadas de Zoom es algo que puede hacerse poco a poco».
Dedique tiempo a conocer la opinión de los alumnos
Foisy también recomienda dedicar algo de tiempo a conocer la opinión que los alumnos tienen de las clases. «Muchos alumnos, al igual que muchos profesores, no se sienten cómodos con la idea de seguir las clases en línea», explica. «Reservar un momento para preguntarles cómo se sienten puede ayudarlos a aliviar su ansiedad y, al mismo tiempo, es una manera de mostrarles que se preocupa por su aprendizaje y su experiencia en clase».

Amanda Ochsner, PhD, profesora asociada de la University of Findlay coincide con este consejo. «He usado Zoom para mantener reuniones individuales con los alumnos», afirma. «Mi consejo para otros profesores es que aprovechen la sala personal de reuniones». Antes organizaba tutorías individuales para los alumnos, pero tardaba mucho tiempo en crear distintos enlaces para cada uno de ellos. Ahora utiliza una herramienta de planificación, Calendly, para que los alumnos se inscriban y le digan de qué quieren hablar. «Es todo automático. Publico un anuncio con el enlace a mi sala de reuniones y los alumnos solo tienen que presentarse a la hora de nuestra reunión», explica. «Esas sesiones individuales aportan mucho. Mis alumnos valoran el tiempo que le dedico a las tutorías, y yo aprovecho para conocerlos mejor a nivel más personal».
Deje de hacer de «policía de la cámara» durante las clases con Zoom
Aunque una de las grandes ventajas de impartir cursos de educación superior con Zoom es la posibilidad de ver a los alumnos y que ellos vean al profesor y al resto de alumnos, no todos los estudiantes aprecian esta opción, explica Janet Ferone, presidenta de Ferone Educational Consulting y profesora de Lesley University y de Curry College.
«Me molesta cuando los profesores defienden a ultranza que las cámaras de los alumnos deberían estar encendidas», afirma Ferone. Y tiene razones muy sólidas para ello. «Hay muchos motivos por los que encender la cámara debería ser algo opcional», afirma, «como los problemas de igualdad de los alumnos que viven en viviendas deficientes o que se conectan al wifi desde un estacionamiento porque en casa no tienen internet; estudiantes que tienen un sistema wifi con una señal débil cuyos problemas de conectividad afectan al video; alumnos con ansiedad incapaces de concentrarse en la clase porque les preocupa que todo el mundo los mire; personas con autismo o TDAH que se distraen con tantas ventanas y caras conectadas, y necesitan privacidad para moverse y concentrarse mejor, etc.».
En lugar de encender las cámaras, sugiere que se incluya a los alumnos «mediante encuestas, pidiendo que escriban comentarios en el chat (ya sea directamente al profesor o a todo el grupo) y usando otras aplicaciones para conocer su opinión».
¡Mézclelo todo!
La Dra. Deb Geller es decana asociada de alumnos en la UCLA y desde marzo imparte clases a distancia a través de Zoom en la Escuela de Postgrado de Educación de la UCLA, junto con su compañera, la Dra. Denise Pacheco. Al principio no fue sencillo, pero ahora utilizan Zoom como medio para conectarse con los alumnos, y han descubierto algunas recomendaciones de uso durante su experiencia. «Nuestro principal consejo para fomentar la interacción y el aprendizaje es combinarlo todo», explica. «Un truco para mantener la atención de los alumnos es cambiar de método pedagógico cada 20 o 30 minutos. Las capacidades de Zoom para compartir la pantalla, utilizar salas para grupos pequeños, realizar encuestas, y utilizar el pizarrón o el chat brindan una infinidad de opciones para impartir la clase».
Geller afirma que tanto a ella como a Pacheco les gusta empezar las clases en línea con una breve actividad de atención plena para que el grupo se concentre, y terminar con una rápida comprobación en la que se pregunte al alumnado, por ejemplo: «¿Con qué se quedarían de la clase de hoy?» Suelen dividir la clase en pequeños grupos para una actividad de trabajo en equipo, seguida de una puesta en común general con toda la clase. En lugar de utilizar el pizarrón, recomiendan nombrar a alumnos de cada grupo de trabajo para que tomen notas mediante la función de chat.
Reserve tiempo para la socialización
Según su experiencia con la enseñanza remota desde el pasado mes de marzo, Ferone comenta: «He tenido tiempo de desarrollar trucos y recomendaciones para que el aprendizaje sea significativo, interactivo y divertido». Su objetivo, dice, «es lograr que el tiempo que pasamos juntos en la reunión de Zoom deje una huella y no resulte aburrido, y dedicar algo de tiempo asíncrono fuera de la reunión para seguir aprendiendo».

Ferone señala que uno de los principales atractivos de la educación superior para los alumnos es la socialización. Dado que gran parte de su enseñanza se realiza en línea, las oportunidades de socialización son limitadas. Ella propone esta idea: «Además de utilizar las salas de grupos pequeños para formar grupos de trabajo, ¿por qué no incorporar un toque de socialización y tiempo libre permitiendo que todos los alumnos sean coanfitriones y puedan pasar de una sala a otra con temas como “Series de TV que me encantan”, “Viajes que me gustaría hacer”, “Cosas aburridas que me divierten”, etc.?».
Esfuércese continuamente por mejorar
Por último, recomienda Foisy, esfuércese por mejorar continuamente. Hay mucho que aprender y muchas oportunidades para mejorar la experiencia de aprendizaje en línea de los alumnos de educación superior que siguen las clases a distancia. «Durante la clase, y entre una clase y otra, pregunte a los alumnos qué aspectos de su enfoque con Zoom son eficaces y cuáles podrían mejorar», sugiere Foisy. El mero hecho de comprobar si los alumnos están entendiendo sus clases sirve para demostrarles que se preocupa por ellos y que está dispuesto a ayudarlos.